- 1 taza de tamaño medio de nata de leche
- 3 huevos a temperatura ambiente
- Ralladura de un limón
- 1 taza de azúcar
- 2 tazas de harina de trigo
- 2 o 3 cucharadas de levadura de repostería normal
Se pone en un bol en primer lugar la nata, las yemas de los huevos, la taza de azúcar y la ralladura del limón.
En casa lo mezclábamos todo con una cuchara de palo de las de toda la vida o con una barilla. Por eso os comentaba antes que me gustaba encontrar los tropezones de nata, porque la batidora no tenía nada que hacer.
Se mueve con la cuchara hasta que las yemas con el azúcar hagan que la mezcla coja un color blanquecino.
Después añadimos las claras de los huevos batidas a punto de nieve y de nuevo a remover con la cucha de palo.
Y finalmente se incorpora la harina con la levadura tamizándola sobre la mezcla.
Por último, verter la mezcla en un molde redondo previamente pasado por mantequilla y harina. El molde que yo utilizo es un Wilton de 178 mm. x 102 mm. (7” x 4”).
En casa lo cocinábamos en un horno de gas, así que las temperaturas y tiempos eran un poco a ojo. En los hornos eléctricos actuales, conociendo un poco cada uno el suyo, el tiempo de horneado es de unos 45 min. a unos 180 ºC. El horno tiene que estar precalentado porque sino la masa no subirá por el centro. Si está muy caliente subirá mucho por el centro y se romperá un poco.